Ordenadores y portátiles

Actualmente, hay muchos tipos de ordenador con características técnicas y de rendimiento similares. La diferencia más evidente entre los equipos de equivalentes se ve a la medida, a la marca y, si entendemos algo, en la calidad de los componentes que lo conforman. Si duda entre Mac o PC, las diferencias no son tan determinantes aparte del presupuesto o de los gustos personales. Si son ordenadores de la misma gama, funcionarán de forma similar.

¿Es para trabajar? ¿Lo pasearé arriba y abajo todos los días? ¿Tengo mucho espacio donde colocarlo? Lo primero que le recomendamos es que tenga claro qué uso le dará y entonces mire o pregunte cuál es el más adecuado para usted.

Ordenador de mesa o sobremesa: Son los equipos clásicos. Algunos se colocan horizontalmente como base del monitor (cada vez menos) y las torres de PC que suelen ponerse debajo de la mesa.

Barebone o mini PC: Se han puesto muy de moda y son perfectas si hay carencia de espacio. Son equipos compactos que caben en la palma de la mano y nada tienen que envidiar a una torre convencional.

All in one: Son la alternativa PC (Windows) al Mac de Apple, es decir, si ve una pantalla con un teclado y un ratón delante y de la que sólo sale el cable de la corriente estará probablemente delante de un All in one. Todos los componentes están encajados en el milímetro dentro del monitor. Perfecto para ahorrar espacio y tener una mesa bien ordenada.

Portátil: La facilidad de las conexiones inalámbricas ha convertido a los portátiles en los auténticos superventas de los últimos años. Si bien es cierto que su vida útil es menor que la de los equipos de sobremesa, son excelentes para cuando necesite un equipo fácilmente transportable. La duración de la batería o el tamaño de la pantalla son aspectos muy importantes a tener en cuenta en caso de decantarnos por esta opción.

A medida: También existe la opción de diseñar un ordenador a medida (una torre clásica) si es que tiene unas necesidades muy específicas y, normalmente, el precio no suele ser muy diferente al de un equipo de la misma categoría.